¿Cómo afecta tu productividad y rentabilidad?
Las altas temperaturas ambientales se presentan durante los meses de verano en zonas de clima templado y de forma continua en climas tropicales. En este contexto, más del 50% de la producción porcina se localiza en regiones tropicales y subtropicales, lo que amplifica los efectos del calor y, por ende, del estrés térmico en las granjas.
La alta temperatura ambiente es uno de los factores climáticos más significativos que afectan el desempeño de los cerdos, siendo una de las principales causas de pérdidas productivas y económicas en la industria porcina. Si las proyecciones sobre el cambio climático global se concretan, con un aumento de la temperatura media anual, especialmente en verano, los problemas asociados con el estrés por calor en la producción porcina se intensificarán.
Los cerdos tienen una capacidad limitada para disipar el calor corporal, por lo que dependen en gran medida de la reducción de la producción de calor metabólico para mantener una temperatura corporal constante en condiciones cálidas, a diferencia de otras especies ganaderas. Los mecanismos de defensa contra el estrés térmico, como la disminución del tono muscular y de la actividad voluntaria, la reducción de la secreción de hormonas tiroideas y la disminución de la ingesta de alimento, varían según el tiempo de exposición y la intensidad del calor. En particular, la reducción en la ingesta voluntaria de alimento se considera la principal adaptación para disminuir la producción de calor, lo que, a su vez, impacta negativamente el crecimiento de los cerdos.
Además, al no contar con glándulas sudoríparas funcionales, los cerdos dependen de mecanismos como la conducción, convección, radiación y evaporación para la pérdida de calor. En situaciones de estrés térmico, donde la demanda de energía para el mantenimiento de la temperatura corporal es mayor, la energía destinada a funciones productivas se ve comprometida, lo que genera desequilibrios de salud, disminución en los parámetros productivos y alteraciones en el comportamiento.
Es importante destacar que la selección genética reciente, orientada hacia un alto rendimiento y una mayor deposición de tejido magro, junto con la falta de glándulas sudoríparas y la presencia de una importante capa de grasa subcutánea, ha disminuido significativamente la capacidad de los cerdos para transferir calor. De hecho, el impacto del aumento de temperatura ha sido más pronunciado en los genotipos contemporáneos, sugiriendo que los genotipos modernos podrían ser más susceptibles al estrés térmico en comparación con los más antiguos, que tienen un menor potencial de crecimiento.
Aunque todas las categorías porcinas son susceptibles al estrés por calor, los cerdos en fase de crecimiento-terminación son especialmente vulnerables debido a su mayor masa grasa, muscular y alta tasa metabólica, localizándose su temperatura ambiental óptima entre 16 y 20 ºC.
Impacto en desempeño productivo
El desempeño de los cerdos disminuye a un ritmo acelerado a medida que aumenta la temperatura ambiental.
- Ingesta diaria de alimento (CDR):
Ajustar la ingesta de alimento es, en la mayoría de los casos, la única manera en que los cerdos pueden modificar su producción de calor. Este ajuste es proporcional a la variación de la temperatura ambiente; es decir, a mayor temperatura ambiental, mayor será la reducción en el consumo de alimento. Esta disminución se refleja en un menor número de visitas a los comederos, en la cantidad de comidas diarias y el tamaño y duración de dichas comidas.
En la fase de crecimiento-terminación, se observa una reducción de 0.27 g/d en la ingesta media diaria de alimento (1.875 vs 2.141 g/d) para los animales expuestos a altas temperaturas en comparación con aquellos en condiciones termoneutras. En términos de temperatura, la ingesta disminuye en 40 gramos por cada °C por encima de la zona de confort térmico.
La cantidad total de calor producido por cada cerdo se compone del calor generado por su metabolismo más el calor absorbido del ambiente, por lo que la composición de la dieta también influye en la ingesta diaria. El incremento de calor se refiere al total de calor producido durante la digestión, absorción y metabolismo de nutrientes. Entre los nutrientes, las proteínas generan el mayor incremento calórico, seguidas por los carbohidratos y aceites. Así, las concentraciones de aminoácidos, carbohidratos, aceites y grasas en la dieta afectan directamente la ingesta diaria en animales bajo estrés térmico, alterando la producción total de calor.
Es importante destacar que la ingesta de alimento también está influenciada por factores climáticos como la humedad relativa (RH) y la renovación del aire, aunque en menor medida que la temperatura. Cuando la RH supera el 80%, los efectos del estrés térmico sobre la ingesta diaria se amplifican debido a una disminución en la tasa de pérdida de calor por evaporación.
- Ganancia diaria de peso (GDP):
En la fase de crecimiento-terminación, se registra una reducción de 58.57 g/d en la ganancia diaria de peso entre los cerdos en condiciones termoneutras y aquellos bajo estrés térmico (654.38 vs 595.81 g/d). Puntualmente en la fase de terminación, se observa una disminución de aproximadamente 300 g/d.
Estos resultados se deben a la influencia directa de las altas temperaturas ambientales en la ingesta diaria de alimento. Dado que los cerdos bajo estrés térmico reducen su consumo, la cantidad de nutrientes y energía disponible para el crecimiento y la deposición de tejido magro se ve restringida. En condiciones de estrés, la demanda de energía para el mantenimiento térmico es mayor, lo que reduce la energía destinada a funciones productivas.
- Conversión alimenticia (ICA):
No se observa interacción entre la temperatura ambiental y el índice de conversión alimenticia (ICA). Sin embargo, en los cerdos bajo estrés por calor, la reducción en la ganancia diaria de peso implica una mayor dificultad para alcanzar el peso de salida a mercado. Este retraso se traduce en una prolongación de su permanencia en la granja y un aumento en la ingesta de alimento a largo plazo. Dado que el alimento representa el 70% de los costos de producción animal, esto tiene un impacto significativo tanto en la productividad como en la economía.
Tabla 1: Parámetros de desempeño productivo en cerdos en fase de crecimiento-terminación, comparando condiciones termoneutras y estrés por calor.
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Termoneutralidad |
Estrés por calor |
CDR, kg/día |
2,14a |
1,87b |
GDP, kg/día |
0,65a |
0,60b |
ICA |
0,80 |
1,29 |
Fuente: da Fonseca de Oliveira et al. (2019).
Tabla 2: Parámetros de desempeño productivo en cerdos en fase de terminación, comparando condiciones termoneutras y estrés por calor.
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Termoneutralidad |
Estrés por calor |
CDR, kg/día |
3,02a |
2,37b |
GDP, kg/día |
1,09a |
0,79b |
ICA |
2,70 |
2,86 |
Fuente: Cruzen et al. (2015)
Impacto en características de la canal
La exposición de los cerdos a altas temperaturas ambientales durante la fase de terminación afecta negativamente varios parámetros de la canal. En particular, se observa una reducción del 5% en el peso de la canal caliente, del 14% en el área de ojo de bife y del 16% en el espesor de grasa dorsal, sin que esto impacte otros aspectos, como el marmoleo de la carne.
Tabla 3: Características diferenciales de la canal en cerdos bajo condiciones termoneutras y estŕes por calor durante la fase de terminación.
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Termoneutralidad |
Estrés por calor |
Peso canal caliente, kg |
87,2a |
82,9b |
Área ojo de bife, cm2 |
46,5a |
40,1b |
Espesor grasa dorsal, mm |
1,82a |
1,53b |
Fuente: Cruzen et al. (2015)
Impacto económico
Las pérdidas económicas ocasionadas por el estrés por calor en la industria porcina de EE. UU. se estiman en alrededor de $300 millones al año. Esta cifra refleja el impacto significativo que las altas temperaturas pueden tener en la producción porcina.
Los costos asociados con el estrés por calor no se limitan solo a la reducción de la producción. También incluyen gastos adicionales en medidas de mitigación, como la instalación de sistemas de ventilación y refrigeración, así como el uso de suplementos alimenticios diseñados para contrarrestar los efectos del estrés térmico. Esto puede incrementar los costos operativos de los productores, impactando aún más su rentabilidad.
Además, la disminución en la producción de carne y la fertilidad puede resultar en un ciclo negativo que afecte las generaciones futuras de animales. Con menos cerdos en producción, se reduce la disponibilidad de carne en el mercado, lo que podría llevar a un aumento en los precios y afectar a los consumidores.
Conclusión
El estrés por calor constituye un desafío importante para la producción porcina. Con el aumento de las temperaturas ambientales, los cerdos enfrentan efectos adversos que afectan su desempeño productivo, especialmente la ingesta diaria de alimento y la ganancia de peso, lo que genera pérdidas económicas significativas para los productores.
Por lo tanto, es crucial que los productores implementen estrategias efectivas para gestionar el estrés térmico, adoptando prácticas nutricionales y de manejo adecuadas. Al hacerlo, no solo se optimiza la productividad de los animales, sino que también se contribuye a un futuro más sostenible y rentable para la industria porcina.
Bibliografía
● Cruzen, S.; Boddicker, R.; Graves, K.; Johnson, T.; Arkfield, E.; Baumgard, L.; Ross, J.; Safranski, T.; Lucy, M. (2014). Carcass Composition of Market Weight Pigs Subjected to Heat Stress in utero or during Growth. Iowa State University Animal Industry Report, 11(1).
● da Fonseca de Oliveira, A.; Vanelli, K.; Sotomaior, C.; Weber, S.; Costa, L. (2019). Impacts on performance of growing-finishing pigs under heat stress conditions: a meta-analysis. Veterinary research communications, 43, 37-43.
● Renaudeau, D., Gourdine, J.; St-Pierre, N. (2011). A meta-analysis of the effects of high ambient temperature on growth performance of growing-finishing pigs. Journal of animal science, 89(7), 2220-2230.
● Ross, J.; Hale, B.; Gabler, N.; Rhoads, R.; Keating, A.; Baumgard, L. (2015). Physiological consequences of heat stress in pigs. Animal Production Science, 55(12), 1381-1390.
● Schauberger, G.; Schönhart, M.; Zollitsch, W.; Hörtenhuber, S.; Kirner, L.; Mikovits, C.; Baumgartner, J.; Piringer, M.; Knauder, W.; Anders, I.; Andre, K.; Hennig-Pauka, I. (2021). Economic risk assessment by weather-related heat stress indices for confined livestock buildings: A case study for fattening pigs in Central Europe. Agriculture, 11(2), 122.
● St-Pierre, N.; Cobanov, B.; Schnitkey, G. (2003). Economic losses from heat stress by US livestock industries. Journal of dairy science, 86, E52-E77.